Sin embargo, cuando vemos nuestra historia, o sea los que quizá sean nuestros contemporáneos, difícilmente podemos decir que haya uno que se lo llevara nuestro Señor Jesucristo en un arrebatamiento; porque por más que quisiéramos creer a un arrebatamiento que uno de nuestros amigos o familiares que tanto hemos amado haya participado; no se los han llevado como sucedió con Enoc. Lamentablemente la fe de muchos cristianos para poder participar de ese evento que tanto anhelamos; lo ven casi imposible por no decir que algunos no lo creen; sin embargo nosotros los que amamos la venida de nuestro Señor Jesucristo podemos ver que las profecías descritas en la Biblia se están cumpliendo una a una como un preludio de la manifestación secreta de nuestro Señor la cual está cada vez más cercana.
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