Este pasaje el tiene un propósito especial, y es que vemos que habla de la iglesia, con la analogía de que los maridos tienen que amar a sus mujeres, así como Jesús nos amó para entregarse por nosotros. El anhelo del Señor es casarse pero con una iglesia apura limpia y sin mancha, porque pese al pecado que existe, también tenemos la gracia de Dios que nos libra.
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